Gestionar bien es conversar efectivamente !!!

¿En qué se basa esta declaración? Veamos algunos ejemplos:

1. ¿Qué está pasando? ¿Por qué no se dan los resultados? Pregunta un Ejecutivo (Pedido)

• “La gente está desmotivada”; “El Gerente es incompetente”; “No tenemos las herramientas y el equipo adecuado” Las respuestas que surgen son opiniones (Evaluaciones)

1. Hay que cambiar esta situación en 3 meses y tú Pedro eres el encargado de cambiarlo !!! exclama el Ejecutivo (Declaraciones)

• “Entendido, dame 15 días para traerte un plan detallado de lo que haremos” (Promesa)

1. Aquí está el plan, la eficiencia operativa es de 48% (Afirmación) y el objetivo que te propongo a 3 meses es llevarlo a 75% (Oferta) y lo que requiero para lograrlo es este equipo y presupuesto (Pedido)
2. Adelante con lo que necesitas, cuenta conmigo y nos vemos en 3 meses para evaluar el resultado (Declaración)

Esta hipotética situación (cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia) como cualquier dinámica de gestión es susceptible de observar como estructuras lingüísticas de acción, las que utilizadas con rigor y efectividad permiten incrementar significativamente el desempeño de la gestión en cualquier dominio de negocio

Adicionalmente, es necesario entender que las conversaciones, llevadas a cabo por gente completamente normal, seres humanos como tales, involucran la coherencia completa cuerpo, emoción y lenguaje; por lo que el éxito de la gestión es un alineamiento de estas 3 dimensiones en lo individual y lo colectivo. Es decir, la aplicación de estructuras lingüísticas en el estado de ánimo

Los resultados potenciales de estas nuevas prácticas de gestión efectiva, son asombrosos y generan un ciclo virtuoso de desarrollo sistemático y continuo de los equipos y ejecutivos en competencias de gestión efectivas