Redes Sociales: Una plataforma que agiliza la Coordinación
mayo 30, 2016 by Paulo OrtizHace pocos años y en muchas empresas hasta el día de hoy, no es común percibir a las redes sociales como una herramienta que impulsara la productividad de los miembros de una organización, mucho menos que produjera coordinación. Sin embargo, actualmente diversas compañías han incorporado a sus sistemas una red social al descubrir el valor que les puede generar, entre muchos aspectos, para potenciar la coordinación.
Un aspecto central para producir coordinación de acciones de manera efectiva es compartir el contexto que da sentido a dichas acciones, la redes sociales internas de una organización pueden ser grandes propiciadoras de esta si la participación de los miembros es enfocada de manera correcta.
Mientras mayor contexto (visibilidad) tenga una persona, conozca las conversaciones que se están teniendo en su organización, los actores clave de los proyectos y las dificultades que han enfrentado, dispondrá de una mejor posición para responder pedidos con agilidad y sensibilidad, anticiparlos (evitar que el cliente pida), hacer ofertas (contribuir más allá de lo esperado) y organizar mejor la capacidad de entrega (delivery).
Otro aspecto fundamental, y que hace más productivos a los miembros de una organización es la colaboración. Es decir, el compartir lo que cada uno hace permite a otros conocer en lo que están trabajando y que les sea de utilidad también; así como generar interés, seducción y reciprocidad para apoyar en las actividades. Aunque un miembro de la comunidad no forme parte activa (de cara al cliente) de un proyecto, el hecho de conocer en lo que están trabajando los otros expande sus posibilidades, puede mejorar su estado de ánimo al saber que se está avanzando como organización en diversos frentes e incluso ser invitado como parte activa y generar más valor al proyecto.
Uno de los retos que la incorporación de estas redes sociales representa es movilizar al personal a sumarse a esta práctica, lograr que se “suban al barco”. Una forma de ir construyendo el sentido de participación, es ofreciendo a la gente un conjunto de preguntas que le facilite el escribir y compartir, tales como:
- ¿En qué estoy trabajando?
- ¿Qué estoy aprendiendo?
- ¿Con qué situaciones me estoy enfrentando?
- ¿Qué novedades hay con mi cliente?
- ¿Qué estamos haciendo por nuestro cliente? ¿Qué le preocupa?
- ¿Qué produjimos para nuestro cliente que pudiera ser de valor a otros clientes/proyectos?
Como consecuencia de la incorporación de esta práctica se producirá una coordinación más fluida y efectiva entre los miembros de la nueva comunidad organizacional.
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