Construir el Estado de Ánimo Necesario para Ganar la Guerra… de los Negocios

Siempre se ha asociado la guerra con los negocios. La estrategia es precisamente una práctica que se importó a las empresas para aumentar sus chances de ganar la guerra de posicionamiento en los mercados e industrias. Por eso la recomendación de leer libros como The Art of War (Sun Tzu), con el fin de agudizar el observador sobre estrategias y tácticas de cómo vencer a los enemigos (en el mejor caso, sin combatir)

Sin embargo y además de diseñar una buena estrategia, un componente fundamental para ganar batallas claves y, como fin último la guerra, es la capacidad de generar un estado de ánimo de convicción (coraje, motivación, resolución, desafío) en los soldados y combatientes que hagan la diferencia en el campo de batalla…

Lo anterior, en casos donde el combate se torna desigual (al igual que en ciertos momentos las compañías se ven condiciones de desventaja relevantes para competir), el estado de ánimo se transforma en una de las estrategias centrales para ganar la batalla

Por cortesía del Dr. Francisco Sampere (quien nos lo compartió a nosotros), les comparto el siguiente video, mismo que hemos utilizado en conjunto en un par de intervenciones, ayudando a generar el estado de ánimo adecuado en equipos directivos para sortear sus limitaciones y aparentemente adversas condiciones de competitividad:

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=5X_2WD0RnPo]

Algunas conclusiones que me ha dejado a mí el video, son que la motivación ocurre cuando:

• La gente logra conectar el esfuerzo que se avecina (batalla, año de muchísimo trabajo, enfrentar una crisis) con sus propias ambiciones y valores (trascendencia) y esta conexión es una de las tareas principales del líder y el liderazgo
• Logramos ir más allá de lo que los datos nos proyectan (medidas de las fuerzas que se enfrentarán, estado actual de los ejércitos, números comparables a un lado y otro) y abrazar una interpretación de la relevancia que tiene el ganar la batalla para nosotros mismos, el equipo y la identidad que se representa (país, compañía, marca)
• El estado de ánimo del Líder es consistente con el tamaño del desafío y tiene capacidad de comunicar a su equipo su visión
• Existe un equipo cuyos roles van bastante más allá que ser un simple medio para ganarse la vida «haciendo» y existe un compromiso personal con el éxito y/o fracaso de la misión

Por último, les comento que a mi el discurso me produce tanta o más emoción y convicción que a los soldados de Enrique V, lo que me inspira para ganar mis propias batallas